De nuevo venimos con un caso de éxito presentado por uno de los profesionales que trabaja con Plan Reforma. En este caso tenemos que hablar de Karolchy, una empresa con sede en San Martín de la Vega (Madrid) dedicada a la construcción y reforma integral. Formada por un completo equipo de arquitecto, arquitectos técnicos, seguridad y salud, puedes contar con ellos para todo tipo de trabajos que quieras llevar a cabo en tu vivienda.
Como siempre hacemos, queremos presentarte uno de los casos de éxito que han tenido recientemente con uno de los trabajos llevados a cabo. Hemos hablado con José María y estas han sido algunas de las cosas que nos ha contado.
Son muchas las ocasiones en las que los profesionales se encuentran con reformas de pisos antiguos que requieren unos trabajos profundos de rehabilitación, pues los materiales y las circunstancias en como se gestionaban antes los edificios han cambiado mucho. En este caso el equipo de José María se encontró con un piso de los años 60 con instalaciones obsoletas y distribuciones de estancias poco útiles en los tiempos actuales.
Después de la reforma
En cuanto a los trabajos que desempeñaron, la reforma consistió en la demolición completa de las particiones interiores, sustitución de electricidad, fontanería y saneamiento. También se llevó a cabo la instalación del aire acondicionado por conductos además de levantar un baño más. Por último, se hizo la sustitución de la carpintería interior, exterior y la cocina al completo.
Antes de la reforma
Después de la reforma
A pesar de ser unos trabajos que aparentemente puedan parecer largos, se pudieron llevar a cabo en el tiempo previsto: 60 días. No obstante, en reformas de estas características en pisos con tanta antigüedad siempre aparecen imprevistos con los que no se cuenta. En este caso, nos explica José María que en la instalación del segundo baño, la bajante que se iba a conectar estaba condenada por lo que tuvieron que recurrir a un sistema de sanitril en todo el baño.
Después de la reforma
Todos estos trabajos se llevaron a cabo en la calle Manuel Silvela, en Madrid con un presupuesto aproximado de 60.000 euros.